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sociedades sobre las, en virtud de un acuerdo, se ejerce un control conjunto con uno o
más socios.
Los activos financieros se registran, en términos generales, inicialmente al valor razonable de la
contraprestación entregada más los costes de la transacción que sean directamente atribuibles. No
obstante, se reconocerán en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio los costes de transacción
directamente atribuibles a los activos registrados a valor razonable con cambios en la cuenta de
pérdidas y ganancias.
Asimismo, en el caso de inversiones en el patrimonio de empresas del Grupo que otorgan control
sobre la sociedad dependiente, los honorarios abonados a asesores legales u otros profesionales
relacionados con la adquisición de la inversión se imputan directamente a la cuenta de pérdidas y
ganancias.
Las inversiones en empresas del grupo, asociadas y multigrupo se valoran por su coste, minorado, en
su caso, por el importe acumulado de las correcciones valorativas por deterioro. Dichas correcciones
se calculan como la diferencia entre su valor en libros y el importe recuperable, entendido éste como
el mayor importe entre su valor razonable menos los costes de venta y el valor actual de los flujos de
efectivo futuros derivados de la inversión. Salvo mejor evidencia del importe recuperable, se toma en
consideración el patrimonio neto de la entidad participada, corregido por las plusvalías tácitas
existentes en la fecha de la valoración (incluyendo el fondo de comercio, si lo hubiera).
Los activos financieros a coste amortizado se registrarán aplicando dicho criterio de valoración
imputando a la cuenta de pérdidas y ganancias los intereses devengados aplicando el método del tipo
de interés efectivo.
En concreto, para las participaciones que mantiene la Sociedad a 31 de diciembre de 2023 y 2022 en
las que el Consejo de Administración se encuentra ante la imposibilidad de determinar el valor
recuperable de las mismas a través de la estimación de flujos de caja futuros, los Administradores de
la Sociedad han seguido el criterio alternativo para realizar su mejor estimación del valor recuperable
de las inversiones mediante el valor teórico contable de las mismas (corregido en su caso por las
plusvalías tácitas que se hubieran puesto de manifiesto en el momento de su adquisición y que
subsistan en el momento de la valoración posterior). En el caso de aquellas sociedades productoras
de energía solar fotovoltaica que ya se encuentran en explotación y funcionamiento, la metodología
para la determinación del valor recuperable se basa en la comparación de los resultados reales
obtenidos por dichas plantas, con los resultados previstos en el caso base (el caso base se
corresponde con las estimaciones de ingresos y resultados elaborados en el momento de la toma de
decisión de inversión).
Al menos al cierre del ejercicio la Sociedad realiza un test de deterioro para los activos financieros que
no están registrados a valor razonable. Se considera que existe evidencia objetiva de deterioro si el
valor recuperable del activo financiero es inferior a su valor en libros. Cuando se produce, el registro
de este deterioro se registra en la cuenta de pérdidas y ganancias. La reversión del deterioro se
reconoce como un ingreso en la cuenta de pérdidas y ganancias y tiene como límite el valor en libros
del activo financiero que estaría registrado en la fecha de reversión si no hubiese registrado el deterioro
del valor.
Respecto a las correcciones valorativas relativas a los deudores comerciales y otras cuentas a cobrar,
la Sociedad sigue el criterio de deteriorar los créditos para los que, tras un análisis individual de la
recuperabilidad de estos, y en función de su antigüedad u otros aspectos, como situación irregular,
concurso de acreedores o insolvencias, concurran circunstancias que permitan razonablemente su
calificación como de dudoso cobro (Nota 8.2).
4.5.2 Pasivos financieros
a. Los pasivos financieros asumidos o incurridos por la Sociedad son: Pasivos financieros
a coste amortizado: son aquellos débitos y partidas a pagar que tiene la Sociedad y que
se han originado en la compra de bienes y servicios por operaciones de tráfico de la
empresa, o aquellos que, sin tener un origen comercial, no siendo instrumentos
derivados, proceden de operaciones de préstamo o crédito recibidos por la Sociedad.
Estos pasivos se valoran inicialmente al valor razonable de la contraprestación recibida,